A las madres de Sión

Bienvenidas a mi Blog ! este es un espacio para que nos edifiquemos y fortalezcamos mutuamente al compartir experiencias espirituales y nuestro testimonio acerca de este evangelio restaurado y verdadero que conocemos. Además, son bienvenidas las ideas y las sugerencias para mejorar nuestras noches de hogar, para enseñar el evangelio a nuestros hijos y todo lo que conlleva ser las "madres de sión" , que por cierto, es una responsabilidad muy muy grande, pero que podemos llevar a cabo si no nos soltamos dela barra de hierro . Así que espero que disfruten de mi blog.



domingo, 31 de julio de 2011

"La Creaciòn"

"En el principio, ( aunque no era realmente el principio, sino solo un instante en esa esfera de la existencia que es por siempre) supe de un plan que mi Padre Celestial tenìa para mì y mis hermanos espirituales. Sienso Èl mismo un Ser exaltado, perfecto y santo, nuestro amado Padre querìa que tuvièramos la oportunidad de seguir Su camino. Su primogènito, nuestro Hermano mayor, Jesùs, iba a organizar un mundo en el cual oudièramos vivir y progresar, y aprender a amar y a interesarnos sinceramente los unos por los otros. Serìa una experiencia difìcil, en un mundo de hombres imperfectos y leyes irrevocables y debìamos decidir si deseàbamos seguirlo a Èl.
Asì es que yo dije que sì, y me dispuse a esperar que me llegara el turno.

Jesùs se dedicò a preparar un mundo para todos nosotros, los hijos del Padre. Y un dìa, me alejè de aquel lugar que se me ha borrado de la memoria para venir aquì, y comenzar la etapa de mi vida en la tierra.

En el vago fulgor de la infancia llegò el momento de reconocer las cosas hermosas: el aroma de los eucaliptos, los primeros encuentros con el mar, el sol y la arena, la llovizna destilando gotitas de agua sobre mi rostro, las abejas, las flores y los cipreses doblados por el viento.

Y al crecer, el  mundoi se volviò màs maravilloso; y en lo profundo de mi ser empecè a sentir la càlida y dulce emociòn del amor terrenal.
Jesùs hizo la luz que cae suave y plateada en la noche y hace aparecer sombras de diversas formas en el viento, la luz, de un oro azulado y suave en los dìas de primavera; la luz que derrama sus colores en rojo, anaranjado y dorado para dispersar la obscuridad nocturna con el alba. Y tengo ojos para ver.

Y Èl hizo que soplara el vuiento suavemente entre las hojas de los àrboles, y que formara rizos plateados en el agua hacièndola cantar y brincar en su camino al mar; y pàjaros que llenaran el aire matinal con sus alegres trinos. Y tengo oìdos para oìr.

Y Èl hizo manos que se tocaran al sonido de las càlidad palabras: ¿Còmo estàs? Dèjame ayudarte, Te quiero, y ojos para expresar sentimientos, para oìr màs allà de las palabras, para comprender, para descubrir.

Y me dio un corazòn que ve, oye y siente la tierra que Èl hizo, y que hace que dentro de mì el amor terrenal crezca hasta desbordarse. Èl me diò làgrimas para expresar el gozo.

Y ustedes tambièn tienen todo eso. Todo son dones, bendiciones que sobrepasan la imaginaciòn. Y algùn dìa, despuès que haya visto a Jesucristo otra vez, y que mi Padre me haya dado la bienvenida al hogar celestial, espero poder comenzar a dirigir, con mi compañero, un mundo como èste. Y nuestros hijos volveràn su rostro en la frescura de la mañana hacia los cielos de su planeta, con los ojos hùmedos por làgrimas de amor humano, y diràn "Gracias Padre".

Ann Busath

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